Por David Pérez Arce
El análisis de los fruticultores, es que el sector estará retrocediendo diez años en volumen de los envíos por efectos del clima.
En el 2013 fueron las heladas, el año pasado el aluvión del norte que arrasó con varias hectáreas y ahora-cuando parecía que podía ser un buen año para la fruticultura con el tiempo más alto en muchas temporadas- el clima frustró toda posibilidad de brillar para el sector.
Los problemas que se están reflejando este año en la actividad, comenzaron el 2015, con una primavera mas helada de lo habitual y con lluvias tardías que llegaron a extenderse incluso hasta enero en algunas zonas, panorama que acarreó fuertes impactos para el rubro.
En 2016 esta situación se ha ido intensificando aun más. El intenso sistema frontal de abril terminó por liquidar varias de las especies que se controlaban en plena etapa de cosecha.
“Cayeron unos 200 mm de agua en tres días, “en los 55 años que llevo trabajando en la agricultura nunca había una cosa igual” dijo el presidente de Fedefruta, Ramón Achurra.
De acuerdo a estimaciones preliminares del gremio, el sector frutícola habrá retrocedido diez años en el volumen de sus exportaciones. Según sus proyecciones a Mayo, de este año Chile exportaría 2.338.000 toneladas, la menor cifra desde el 2006, cuando los embarques ascendieron a 2.257.000 toneladas.
En cuanto a retornos, las exportaciones totalizarían los US$ 4.286 millones, su menor nivel desde el 2012, cuando llegaron a US$ 4.105 millones.
Achurra explicó que el dólar alto ayudó a compensar una parte de la baja de volumen.
Las frutas más complicadas serian: Uvas, manzanas, peras y las nueces. Por el contrario, algunos productores de cerezas, arándanos, cítricos y paltas, sacan cuentas alegres.






















































