En materia educacional estamos irremediablemente perdidos. Todos discuten de todo. Incoherencias, soluciones absurdas, tomas y retomas, con y sin capuchas. Los pocos que entienden o hablan bajito o no son escuchados.
La hecatombe comienza cuando académicos izquierdistas publican cuestionables investigaciones sobre la calidad de la educación. Presos en su ideología y sin objetividad les resulta más fácil atribuir la inequidad y desigualdad a la cuna, lucro, selección, cultura, factores todos que son las consecuencia y no la fuente. Ahora agregan cogobierno y restricción a la autonomía en la educación superior. 94 estudios tiene el Ministerio de Educación y ninguno demuestra que el lucro produce mala educación, ni que el copago sea segregacionista. De igual modo, no se sabe cuántos sostenedores realmente obtiene utilidades anormales. Un informe de la Biblioteca del Congreso del 2014 destaca que los resultados del Simce no difieren entre las escuelas subvencionadas con y sin fines de lucro. Otro de La Comisión Investigadora Sobre el Funcionamiento de la Educación Superior del 2012, señala que la Unidad de Análisis Parlamentario de la Biblioteca del Congreso concluye que “no permite comprobar ni rechazar la hipótesis sobre el eventual lucro en las universidades privadas” (pág. 312 y nota 165) y que en las del Cruch 15 de las 22 generan excedentes y 14 son propietarias de entidades lucrativas. (Esta última parte del informe fue excluida del texto principal).
Por otra parte, los resultados del Simce, PSU e INICIA, demuestran sistemáticamente que la educación particular subvencionada y pagada en Chile es mejor que la pública. Pero la izquierda, como don Otto y su sofá, concluye que se requiere una retroexcavadora y empujones matonescos para bajar de sus patines a los alumnos particulares como quiere Eyzaguirre. No hay duda que las estadísticas muestran ese desnivel. La última publicación del Simce 2015 no solo lo reitera sino que indica que durante este gobierno sigue creciendo. Estudios internacionales de la OECD, Tims (estamos juntos a Azerbaiyán, Túnez, Bahréin, y Tailandia), Pisa (igual cosa), Unesco y otros muestran que toda la educación chilena es mala.
Sin embargo ninguno de los estudios ideológicamente sesgados se pregunta cómo sería la educación en Chile si la pública fuera de la misma calidad que la pagada. Respecto de la estatal no hay duda que las investigaciones habrían apuntado en dirección al estado. Las evidencias son claras:
- Profesores mal preparados,
- Negativa del profesorado a someterse a evaluaciones periódicas
- Colegio de profesores exige mejoras sin esfuerzo
- Sueldos bajos, los peores de cada promoción van a parar al estado
- Ausencia de incentivos efectivos para actualizarse
- Inamovilidad del profesorado (Lagos ministro de educación 1991)
- Programas obsoletos impuestos por el ministerio de educación
- Inconstitucionalidad de los contenidos mínimos de la educación
- Textos de mala calidad y con innumerables errores o manifiestos sesgos
- Directores de escuelas sin facultades administrativas y pedagógicas
- Municipios sin recursos suficientes
- Niños que no fueron al jardín infantil porque el estado no los ha creado en número suficiente (500.000 niños de familias de bajos recursos no asisten, faltan 10.000 jardines)
- Burocracia: problema de agente/principal
- Altos funcionarios del ministerio sin competencia designados para pagar favores políticos
- Educación superior, Cruch: organización oligopólica en que solo 3 de las 18 universidades estatales se ubican entre las 10 mejores del país En cuanto a la educación en general
- Mala calidad de la enseñanza de los pedagógicos
- Educación parvularia escasa y precaria
- Universidades estatales sin iniciativa para innovar en pedagogía
- Admisión de estudiantes con bajo puntajes en la PSU y notas escolares
- Mediocre resultado en la prueba inicia, 2/3 con respuestas incorrectas.
Hay otros factores igualmente importantes como la disfuncionalidad familiar en que faltan el padre, la madre o ambos, hermanos y muchas veces los abuelos creando un ambiente contrario para el buen desarrollo de los niños. Cuando el 70% nacen fuera de la familia, ni la mejor educación estatal formará buenos ciudadanos y afluentes.
Frente a estos hechos, ni el lucro, la selección y gratuidad ni el subsidio a la oferta en lugar de la demanda resuelven estos problemas y nuestro irresponsable parlamento lleva más de 10 años, desde los Pingüinos, debatiendo proyectos inconducentes, denostando a la educación particular, rechazando el subsidio a las familias (voucher). No les gusta la libertad educacional. Como si no fuera poco ahora las emprenderán contra las universidades particulares. Minorías de estudiantes inmaduros que no piensan en lugar de estudiar dominan la calle y tiene aprisionado a los políticos. No se atreven a señalarles que no puede pretender que todo sea gratis como si fueran indigentes. Nada tiene de malo que mientras estudien no tengan que pagar su educación, pero siempre que lo hagan cuando posteriormente gocen lucrativamente de este privilegio.
Otros países han optado por soluciones que a la Nueva Minoría le produce escozor. La Suecia socialdemócrata aprobó exitosamente en 1994 el lucro en la educación privada, Inglaterra lo ha hecho desde el 2006, y USA hace muchos años tienen educación estatal compitiendo con la privada pagada, lucrativa y su progreso ha sido indiscutible. Nosotros, como los cangrejos, vamos para atrás
Javier Fuenzalida Asmussen
