Por David Pérez Arce
En la Región de O’Higgins, la última inversión en la construcción de un embalse, fue durante el Gobierno de Frei Montalva, en Convento Viejo, con la idea fija, que el secano costero pudiera incorporar unas 10 mil hectáreas a la producción agrícola.
Cuando estamos recordando el proceso que se inició en la época de los años 60, nos encontramos que la agricultura ha ido en aumento y que la única acumulación de agua se da en el piso, que es “el embalse natural” donde se almacena el agua, que se recibe en la lluvia y nieve, esta última almacenada en la cordillera de Los Andes.
Es la región de O’Higgins, gracia a una iniciativa de los regantes que están agrupados en su federación, quienes pusieron en marcha un proyecto las “precipitaciones de lluvia” con bombardeo de nubes que permiten las precipitaciones de lluvia, por ende, el aumento de la cantidad de agua que cae en el suelo de la región.
El resultado logrado, llevó a la formación de una organización donde están: la Asociación Regantes (agricultura) la minería (Codelco) y las plantas generadoras de energía eléctrica.
Esta asociación se podría crear en el área metropolitana pero (¿…?) Desde la región de O’Higgins se estuvo impulsando una iniciativa para llevarla hasta Colchagua, que estuvo en su etapa de organización hasta el Gobierno pasado, de Sebastián Piñera, pero se congeló.
No se dimensionó, que además de aumentar la producción agrícola se estaban creando nuevas fuentes de trabajo, en forma estable.






















































