Por David Pérez Arce
Hay muchas personas, ya adultos, que andan tras los pasos legales, para realizar el cambio de nombre, algunos de ellos por lo excéntricos, con el que fueron bautizados a pocos días de haber nacido.
Esa decisión fue una determinación de los padres, pero cuando son adultos pueden hacer uso de la Ley 17.344 en la que cada persona tiene derecho a modificar su nombre y/o apellido una vez en la vida y, de hecho, el año pasado hicieron uso de esta disposición legal 34.564 en diferentes puntos del país.
Para materializar el cambio, hay dos opciones: la vía judicial o la administrativa.
En la primera de ellas, se debe recurrir con el patrocinio de un abogado o un juzgado civil, para que este autorice el cambio. En esa instancia, el tribunal solicita la información al Registro Civil respecto de la inscripción de nacimiento de la persona que solicita la modificación, y para chequear si esta presenta rectificaciones o si tiene antecedentes penales.
Una vez que el juez autoriza el cambio, la reinscripción de un nombre tiene un costo de $ 1.600 en el Registro Civil.
También existe el cambio de sexo, son los chilenos que sufren trastornos de identidad de género pueden también realizar las gestiones para modificar su nombre.
Como antecedente, entre los años 2012 y 2015, son 118 personas modificaron sus nombres de uno femenino a uno masculino o viceversa.






















































