Fomentando el trabajo asociativo entre agricultores, centros tecnológicos y empresas transformadoras, los ministerios de Agricultura y Economía buscan generar polos territoriales que sienten las bases para el desarrollo de una industria de ingredientes funcionales y aditivos especializados, basada en materias primas provenientes del sector agrario nacional.
Como “un instrumento que sentará las bases para una nueva industria chilena de ingredientes funcionales y aditivos especializados”, define el Ministerio de Agricultura a los Polos Territoriales de Desarrollo Estratégico, una iniciativa creada por el Minagri a través de la Fundación para la Innovación Agraria, FIA, con financiamiento del Fondo de Inversión Estratégica del Ministerio de Economía, FIE.
“Cada polo deberá ser un espacio de articulación entre empresas, entidades tecnológicas, agricultores, asociaciones y organizaciones productivas, con la capacidad de sumar a actores internacionales a través de alianzas estratégicas”, explica María José Etchegaray, directora ejecutiva de FIA. “Estamos hablando de un enorme esfuerzo público-privado, que permitirá aprovechar el gran potencial que posee Chile en la provisión de materias primas de origen agrario, agroalimentario y forestal”, destaca.
El objetivo es impulsar la creación de cuatro polos territoriales en torno a la transformación de productos agrícolas, “que tengan el potencial de convertirse en verdaderos motores capaces de dinamizar las economías locales, a través de la generación de redes de cooperación, articulación y encadenamientos productivos”, agrega Etchegaray.
Este ambicioso plan comenzó a gestarse hace dos años, cuando FIA, a través de la Subsecretaría de Agricultura, decidió presentar el instrumento al Fondo de Inversión Estratégica del Ministerio de Economía (FIE), postulación que se enmarcó en el Programa Transforma Alimentos de Corfo, del cual la fundación es miembro activo.
La agencia del Minagri llevaba 5 años ejecutando el Programa de Innovación en Alimentos Más Saludables (PIA+S) y en el marco de este trabajo había identificado con nitidez la oportunidad de Chile de desarrollar una industria de ingredientes funcionales y aditivos especializados.
“Por la riqueza y variedad de sus climas, de suelo y de materia prima, nos resultaba evidente que Chile era uno de los países con potencial para producirlos –relata María José Etchegaray– y sentíamos que la alta demanda por estos productos constituía una oportunidad única que el país no podía dejar pasar. Por eso, decidimos dar un paso más y diseñar un instrumento capaz de articular y generar sinergias entre los diversos actores vinculados a este tema, con miras a agregar valor a nuestro sector”.
El 23 de enero FIA abrió la convocatoria que asignará recursos por un total de 3 mil 600 millones de pesos en un lapso de tres años (900 millones por polo. 5142 millones de inversión total, si se considera el aporte de las contrapartes y gastos operacionales).
Según establecen las bases del concurso, los polos deberán constituirse en un espacio geográfico determinado, con una paleta de productos en distintas etapas de desarrollo tecnológico. “Un polo territorial deberá tener identificadas las materias primas agrarias que tengan el potencial de ser producidas, dedicadas y transformadas”, detalla Etchegaray.
Si bien en Chile el desarrollo de ingredientes funcionales aún es incipiente, María José Etchegaray afirma que el país posee condiciones privilegiadas para incursionar en este nicho. “Nuestra variada carta de frutas, cereales, hortalizas, leguminosas, productos forestales no madereros y algas que provienen de nuestros suelos, bosques y mar, constituyen una gran ventaja para el desarrollo de este tipo de productos, ya que de ellos se pueden extraer diversas fibras, antioxidantes, endulzantes y colorantes naturales, proteínas vegetales y aceites”.
De acuerdo a un estudio realizado por FIA, el gran desafío para Chile es contar con los procesos tecnológicos y lograr la articulación entre los actores. No obstante, en el país ya existen empresas con experiencias interesantes, como la belga Orafti, que realiza extractos de inulina de la achicoria local, o Bioingemar, de la empresaria penquista Viana Beratto, quien partió proveyendo pigmentos a la industria cosmética y hoy incursiona con éxito en la extracción de ingredientes para la industria alimentaria.
Sostenibles en el tiempo
Uno de los elementos clave de los polos será su conformación, debiendo contar con la participación de al menos una empresa transformadora vinculada a la temática, una organización de productores y una entidad tecnológica del territorio. “Un polo debe ser capaz de generar las capacidades para incorporar a los agricultores en la cadena productiva y de valor, mediante modelos de negocio que permitan un suministro de materias primas de calidad, en forma oportuna y logrando una relación virtuosa con las empresas transformadoras”.
Trabajo colaborativo, generación de I+D+i, acuerdos de propiedad intelectual, gobernanza participativa y democrática, utilización de las capacidades humanas, científicas y tecnológicas existentes en el territorio, y considerar la sustentabilidad ambiental como un elemento central, son variables que los postulantes también deberán contemplar en sus presentaciones.
Se espera que los polos adjudicados abarquen gran parte del territorio nacional y, si bien el apoyo considera un lapso de tres años, se buscará dotarlos de herramientas que aseguren su sustentabilidad en el tiempo. “Creemos que aquello es perfectamente posible, toda vez que en estos territorios se generará una industria que diversificará la matriz productiva regional, e instalará nuevas capacidades en capital humano, infraestructura y equipamiento”, concluye la ejecutiva.
La difusión de esta convocatoria se está realizando a través de reuniones en las dependencias de FIA en Santiago (Loreley 1582, La Reina) todos los miércoles de febrero y marzo a las 15 horas, mientras que durante la segunda y tercera semana de marzo, encuentros similares tendrán lugar en las regiones de Arica Parinacota, Coquimbo, Valparaíso, Maule, Biobío, Araucanía, Los Ríos y Aysén.
El periodo de postulación a la “Convocatoria Nacional 2017: Polos Territoriales de Desarrollo Estratégico” finaliza el día lunes 24 de abril. Más información en el sitio web de FIA www.fia.cl.
Datos contextuales
23% de las exportaciones chilenas corresponden a productos comestibles.
31% de las empresas chilenas (319 mil) son del rubro alimentario, de las cuales solo 19 son exportadoras o productoras de ingredientes funcionales.
El sector agrícola genera 2 millones de empleos y exporta US$18 mil millones al año. El Minagri, a través de esta iniciativa y otras, como el programa Transforma Alimentos de Corfo, espera llegar a US$32 mil millones en 2025.
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