La agrupación de voluntarias se suma a la familia hospitalaria para acompañar con cercanía y contención a quienes más lo necesitan, fortaleciendo el espíritu de Hospital Amigo.
Con emoción y esperanza, el Hospital de Pichilemu dio la bienvenida a las Damas de Blanco, una agrupación que desde hoy brindará acompañamiento espiritual a los pacientes hospitalizados. La ceremonia de apertura reunió a autoridades, funcionarios y voluntarias, quienes destacaron la importancia de este nuevo apoyo en la atención integral de los usuarios.
El director del Hospital de Pichilemu, Sergio Ortiz, valoró el inicio de esta colaboración señalando que “hoy estamos en una ceremonia en la cual dimos la bienvenida a las Damas de Blanco. Es una agrupación que busca hacer un acompañamiento espiritual a los pacientes de nuestro hospital y recalcar la importancia del acompañamiento, lo cual se suma a una de las estrategias del hospital Amigo, con lo que vamos a poder lograr un trato humano y cercano a todas quienes lo necesitan”.
En la misma línea, el referente de Hospital Amigo, David Cortés, explicó que “estamos acá dando la apertura a la agrupación Damas de Blanco, quienes nos van a apoyar brindando acompañamiento espiritual a los pacientes que estén hospitalizados y lo requieran”.
Por su parte, el subdirector médico del establecimiento, Mario Puentes, subrayó la relevancia que tendrá este voluntariado en la recuperación de los usuarios, ya que “se encargan del acompañamiento espiritual en nuestra unidad hospitalizada. Van a ser un pilar fundamental en la recuperación y acompañamiento de nuestros pacientes, complementando lo que hacen otras agrupaciones como las Damas de Rojo, Azul o Verde. Muchas veces los pacientes no tienen familia, y este tipo de voluntariado se convierte en una gran familia de apoyo”.
Finalmente, desde la propia agrupación, la Dama de Blanco Laura Montaner expresó la motivación que las impulsa en este nuevo desafío: “Estamos muy contentas de esta apertura. Nuestro objetivo es poder llevar contención espiritual, que creemos con todo el corazón es tan esencial como la labor de un médico o una enfermera. Somos cuerpo, alma y espíritu, y muchas veces es el espíritu el que está débil”, finalizó.
Con esta incorporación, el Hospital de Pichilemu refuerza su compromiso con un trato humano, cercano y espiritual, poniendo al paciente y sus necesidades integrales en el centro de la atención.