Nuestro país cada cierto tiempo es azotado por un fuerte sismo, sin ir más lejos en febrero de 2010 tuvimos uno de los más intensos de la historia, y hace poco el norte de Chile se vio afectado también. Es de entender por estas razones, que luego de un evento de estas características, todos estemos hablando durante un periodo importante sobre cómo afrontar sismos o terremotos.
Claramente nuestras conversaciones tanto en la oficina como con nuestra familia, en gran parte de los casos, comenzaban consultando donde estábamos y si estamos preparados para un sismo de mayor intensidad. Lamentablemente la memoria es frágil, y las personas olvidamos, quizás por las mismas exigencias labores, o las múltiples cosas que tenemos que llevar a cabo diariamente, no nos permiten analizar este tipo de acontecimientos con una mirada de mejorar las condiciones existentes en el hogar o en el trabajo, para enfrentar un nuevo temblor, sobre todo considerando que vivimos en uno de los países más sísmicos del mundo.
En este sentido, es importante considerar algunas medidas existentes respecto al tema. En primer lugar entender a que nos referimos cuando hablamos de RICHTER o MERCALLI, recordando así que la primera de ellas mide la energía que se ha liberado a través del temblor, lo cual se lleva a cabo mediante instrumentos especializados, y es exactamente igual en todos los lugares del mundo. La segunda en tanto tiene relación con la percepción que tenemos las personas, y por esta razón variará según el lugar donde nos encontremos, respecto del epicentro.
Es importante destacar que siempre ocurren sismos, la diferencia es que no todos son percibidos por las personas, pero si son medidos a través de los instrumentos y la tecnología existente. Debido a lo anterior, es que siempre es importante reflexionar y estar preparados de mejor forma para afrontar un posible evento de éstas características, el que claramente jamás podremos saber cuándo ocurrirá.
De esta forma, existen consejos básicos que podemos tomar en cuenta. Antes de que ocurra un sismo, siempre debiésemos ser capaces de definir el lugar más seguro de nuestros hogares, pensando siempre en el tipo de material con el cual está construida la vivienda, es así como la “zona segura” debiera estar libre de elementos que se puedan caer y hacernos daño durante el temblor, por ejemplo, muebles u objetos sólidos.
Ahora, si estos elementos se encuentran en la zona que hemos determinado, se recomienda anclarlos, para así poder tener mayor resguardo en este tipo de casos. De igual manera es de suma importancia contar con linternas y que éstas tengan las pilas suficientes para funcionar al momento de necesitarlas. El agua embotellada, como los alimentos no perecibles también pueden ser vitales, ya que pueden perfectamente cubrir una necesidad temporal de unas 48 horas.
Como familia, siempre debemos contar con un plan de acción, el cual debe considerar como debemos actuar al momento de ocurrir uno de estos eventos, y los miembros se encuentren en diferentes lugares al ocurrir éste.
De igual manera, siempre es trascendental contar con los números de emergencias, y que éstos se encuentren a mano. En el caso de las empresas o colegios, es vital que exista un encargado en prevención de riesgos, quien debe tener la obligación de designar las vías de escape y las zonas de seguridad, lo anterior con el objetivo de minimizar al máximo cualquier tipo de accidente.
Ahora, durante el sismo, lo idea siempre es mantener la calma, y trasmitir seguridad, ya que siempre habrán menores de edad, adultos mayores o personas con capacidades diferentes que necesitarán de nuestra ayuda y tranquilidad.
Si las condiciones de seguridad son las óptimas, se deberá proceder a la evacuación hacia la zona designada con anterioridad para este efecto, de lo contrario, lo más recomendable es ubicarse a un costado de una pared o pilar y arrodillarse, simulando la posición fetal, con el fin de formar un triángulo de seguridad. Esta recomendación no es aplicable en construcciones cuyo material principal utilizado es el adobe.
Es importante que las personas recuerden que siempre existirán réplicas después de un sismo de gran magnitud, por lo cual se debe continuar en estado de alerta y seguir atento a las recomendaciones entregadas. Es recomendable desconectar los aparatos eléctricos, como también cortar el paso del gas. Actualmente, se ha recomendado comunicarse con los familiares por las redes sociales, como whatsapp, twitter, facebook, con el fin, de no colapsar las líneas telefónicas.
Lo anterior son algunos aspectos básicos para así mejorar la preparación que podamos tener como familia ante alguna catástrofe de este tipo, aunque existen muchas otras variables que se deben tomar en cuenta según la realidad de nuestros hogares, lugares de trabajo, instituciones educacionales, centros comerciales o en general donde nos encontremos en el momento de ocurrir un sismo.
Marcelo Rubio Rubio
Director de Escuela Ingeniería en Prevención de Riesgos
Jefe de Carrera de Prevención de Riesgos y Análisis Químico
Santo Tomás Rancagua