Por David Pérez Arce
Siempre es bueno un empate como visitante, pues se rescata un punto y lo más importante no se pierde.
Diferente es la situación a esta altura de la competencia, en que se está llegando al tramo final, y tras haber perdido la posibilidad del título, se necesitan de puntos para llegar a la liguilla donde se define quien va a la Copa Libertadores de América.
Este empate en Iquique en la noche del sábado, deja a la hinchada celeste con un sabor poco grato, porque no se consiguió el objetivo deseado, el ganar y sumar los tres puntos para seguir en carrera.
Para ser sincero, como visitante se estuvo a punto de perder, porque ese penal que logró desviar el meta rancagüino, no es para contarlo dos veces.
Hay que seguir con fe, en momentos, hasta soñando, que hay que luchar hasta el final en busca de llegar a la liguilla.