Es tan agradable caminar a la orilla del mar, sentir la brisa, andar descalzo y escuchar las olas…
Esto lo puedes hacer en cualquier lugar de costa, en la estación del año que te acomode y sobre todo en el lugar que más te guste, pero es tan hermoso, tranquilizador y satisfactorio cuando toda la playa es para ti, pues el verano acabó, el ruido de la gente se va, los vendedores ya no te saturan con sus gritos, los autos se han regresado a la ciudad y tú decides vivir esta tranquilidad del paisaje, escuchando sólo a la naturaleza.
Caminas sin hora marcada para retornar, sólo disfrutas el mar, el oleaje si lo hay, disfrutas el aroma que te envuelve junto a la brisa suave que toca tu rostro… continuas caminando, pensando, recordando miles de situaciones que se vienen a la mente a medida que avanzas y tus ojos van impregnándose de fotografías que tu mente almacenará y que luego recordarás por cualquier motivo y sentirás que valió la pena todo lo que has vivido.
Cuando caminas por estos lugares y llevas tu máquina fotográfica, primero disfrutas el lugar, lo observas, lo deleitas poco a poco, lo disfrutas…luego descubres que hay alguna escena que merece ser registrada, capturas la imagen almacenándola en la carpeta de los recuerdos, recuerdos que siempre vendrán a tu mente cuando mires la fotografía y la mente te lleve el día que la tomaste, aquél día que caminabas a la orilla del mar corriendo de las olas y disfrutando el baile que el viento te permitió danzar y estoy segura que mucho más!
Muchas veces las imágenes te recuerdan a otros lugares donde has estado, o puede ser que al compartirla (fotografía) te comenten…” se parece a cierto lugar…”, pues bien siempre existe algo en común en los paisajes, en los estilos de vidas, en los lugares, en otras palabras lugares comunes compartidos por muchos.
¿Reconoces este paisaje o te recuerda algún lugar especial?
Clo
Twitter: @clocont