Por David Pérez Arce
Lo que inquieta al deporte chileno en estos instantes, es la situación que se ha repetido, en los ataques a un jugador Venezolano Emilio Renteria.
Si primero fue en Rancagua, los gestos se repitieron en el encuentro disputado en Arica.
Una situación tan simple y que primeramente fue tomada como una forma de apoyar al equipo local, podría resultar una bengala que traiga mayores consecuencias.
En efecto, si la FIFA recibe peticiones de los equipos que estarán participando de la Copa América, podría tomarse algunas medidas que estarían afectando seriamente el desarrollo de esta competencia internacional.
A los autores de estos gestos de racismo, no tomaron conciencia de las repercusiones que estos podrían tener con nuestros estadios.
