Por David Pérez Arce
Tras la creación de las Sociedades Anónimas Deportivas, las instituciones que históricamente recibían ayuda de las empresas de la gran minería, observan con inquietud una situación diferente.
No es el caso de O’Higgins, quién dejó de percibir estos recursos como consecuencia de un mal manejo administrativo, una de las consecuencia de los equipos que armaba Luis Santibáñez, que eran de subido costo.
En la actualidad O’Higgins tiene un sistema de canje con la Minera El Teniente, que facilita el recinto deportivo, el Estadio, recibiendo la publicidad que instala la empresa que cede la institución deportiva.
Además, en la camiseta oficial de O’Higgins está también el logo de la minera, sin que ello signifique la cancelación de la publicidad.
Las buenas relaciones, entre Codelco y O’Higgins da sus frutos a beneficio de los trabajadores de la empresa minera y de toda la comunidad que disfruta de un espectáculo deportivo de buen nivel.
Es diferente lo que sucede con otras instituciones que están ligadas a las faenas cupreras, como Cobreloa con Chuquicamata, donde Codelco para el año 2015, le asegura a la institución deportiva la suma de US$ 645.000.
Cobresal logró un aporte especial, al ser considerado el aporte de Codelco en la negociación colectiva, donde la minera hace el aporte de 1,5 veces sobre la cuota social que cancela cada trabajador de El Salvador al club deportivo.