“Yo intenté apagar el fuego, pero no pudimos hacer nada. Solo nos quedó llamar a Carabineros y tratar de frenar el avance de las llamas.” El joven de 16 años aceptó hacer sido el culpable del incendio, sin embargo, dejó en manifiesto que se trató de un accidente y que desde un comienzo trató de colaborar en el siniestro.
Poco antes del mediodía se realizó en el Tribunal de Garantía de Rancagua la audiencia ampliada en la que la Fiscalía presentaría los cargos por el delito de incendio en contra del menor de 16 años identificado con las iniciales N.O. quien pasó por control de detención el fin de semana, pero que fue ampliado hasta hoy para poder recabar mayores antecedentes de lo sucedido.
En la audiencia el menor quiso declarar ante el magistrado, Marcelo Vásquez, a quien le señaló que efectivamente él había encendido un fósforo para prender un cigarrillo y que al botarlo no se dio cuenta que iba prendido. De esta manera el cerillo comenzó a quemar hojas secas y pese a sus esfuerzos y los de su primo por apagar el incendio, este se le fue de las manos y llamaron a Carabineros.
“Yo intenté apagar el fuego, pero no pudimos hacer nada. Solo nos quedó llamar a Carabineros y tratar de frenar el avance de las llamas hasta una casa de cuidadores que hay en el sector y hacia un parrón que estaba lleno de escombros”, señaló el menor.
Ante la importante colaboración que ha prestado el muchacho desde el inicio del siniestro, el tribunal decidió dejarlo con la medida cautelar de reclusión domiciliaria completa por los 60 días que durará la investigación.
Rodrigo Cabezas, defensor del adolescente, señaló que “se trata de un imputado que siempre ha aceptado su responsabilidad y ha cooperado en cada instancia, de hecho aún muestra lesiones por quemaduras que se hizo al tratar de controlar las llamas”