Por David Pérez Arce
La cifra es realmente alarmante. El 76% de la superficie del país está afectado por la sequia, debiendo agregar la desertificación y suelo degradado.
Se trata de 57,5 millones de hectáreas. En ellas viven 11,6 millones de habitantes, que es, nada menos que es 65% de la población nacional.
Lo que es alarmante es que, el 22% de la superficie del país presenta en algún grado de síntomas de desertificación, el 80% muestra signos de degradación del suelo y el 72% efectos de la sequia.
Este es el diagnostico con que Chile está actualizando su estrategia y plan nacional 2016-2030 ante la Convección ONU para la lucha contra la Desertificación y la Sequia.
La acción combinada de los tres problemas que afecta al 76% del territorio nacional: 57m5 millones de hectáreas.
El problema se agudiza entre las regiones IV y VIII. Las regiones de Coquimbo, Valparaíso, O’Higgins y Metropolitana concentra el 70% de las 101 comunas del país que presentan en forma simultánea síntomas graves de esos tres factores.
Las conclusiones fueron obtenidas tras analizar y cruzar antecedentes meteorológicos y bioclimáticos (lluvias y temperaturas de los últimos 60 años).
Datos fisiográficos (catastro de vegetación, riesgo de erosión y estadística de la Dirección General de Aguas), e indicadores socioecomicos y de recursos naturales y medioambiente,entre ellos los incendios forestales entre 1985 y 2014,y las quemas agrícolas entre los incendios forestales entre 1985 y 2014, y las quemas agrícolas entre 2008 y 2013.






















































