Una grata sorpresa me lleve un tiempo atrás cuando vi como la colectividad boliviana radicada en Santiago, celebró sus fiestas patrias, compartiendo sus danzas típicas, sus vestimentas, su entrega total al baile sin importar el peso de sus vestidura, el tiempo que bailan ni las condiciones climáticas.
Mucha gente se detenía a disfrutar de este espectáculo. Espectáculo que estaba lleno de colores, brillo, texturas y lo más importante la devoción con la que se entregaban a sus raíces.
Si te encuentras con un espectáculo como este en las calles de tu ciudad, detente uno tiempo y disfruta. Y por sobre todo respeta, pues cada país tiene sus tradiciones y costumbres bien arraigadas y parte de este espectáculo lo tenemos en nuestro hermoso norte. Además nunca se sabe si en algún momento te tocara vivir fuera de Chile o estar fuera del país en estas fechas.
Clo