Muchas páginas y horas de radio y TV comentan las recientes elecciones, limitándose al 2013, casi ninguna a examinar las preferencias de los votantes desde 1989, las que han ido cambiando en una clara dirección.
La tendencia de los últimos 23 años permite dar respuesta a una pregunta recurrente: ¿Es Chile y será un país izquierdista? La respuesta es clara, si lo fue, la tendencia indica una creciente adhesión a la Alianza a expensas de la Concertación+PC. ¿Por qué? El progreso del país en lo económico ha hecho que los votantes estén cada vez más conscientes de sus derechos como individuos por lo tanto con la economía de mercado y socialmente defendiéndose contra los reiterados abusos e ineficiencia del estado. No aceptan “más estado”, sino que exigen un “mejor estado”.
La distribución de las preferencias entre la centro izquierda y centro derecha ha ido cambiando desde 1989 y si se la relaciona con el crecimiento del ingreso per cápita (medido en valor constantes) nos muestra un cuadro dinámico, diferente de los comentarios estáticos sobre estas elecciones. En 1989, cuando nuestro PIB per cápita alcanzaba a US$ 8.929, la Concertación+PC alcanzó al 41,5% en las parlamentarias y la Alianza el 28,1 %. En la de diputados de 1993, la primera aumentó su votación al 58.9 %, llegando a su máximo 60.1 % en las elecciones de 1996 y la segunda se mantuvo en 28,4%, cayendo al 17% en 1996. De ahí en adelante, tanto en las elecciones presidenciales como parlamentarias y municipales la votación de la Concertación+PC ha ido cayendo, con algunos repuntes, 48,8% en 2004 y, 54,9% en 2005, continuando su pérdida de votantes hasta el 37,8% en 2012. Y ahora subió al 45,4%. Por su parte, la Alianza ha ido recuperando votantes desde ese 17% en 1996 hasta 39% en 2001, obteniendo el 40,9 % en 2009 y el 33% este año. Gráficamente, a medida que aumenta el PIB per capita, la votación de Concertación tiende a caer en el tiempo y la Alianza a aumentar, independiente que, en una elección en particular, se pueda revertir transitoriamente el resultado tendencial.
¿Cómo se explica este fenómeno? El crecimiento económico acompañado de una reducción de la pobreza desde el 40% al 14% ha beneficiado a todos los niveles socioeconómicos (lo que explica que la distribución de ingreso mejore con lentitud), engrosando las filas de la clase media cada vez más consciente de sus derechos constitucionales, a menudo violados por el estado, tales como cercenar la libertad educacional, obligar a las personas, a su muerte, entregar su cuerpo al estado, obligar a la sindicalización, interferir en la libertad de prensa y opinión de la nueva ley de TV, ser víctima de la mala calidad de la educación, salud, etc. La pérdida sistemática del electorado de la DC, ahora socia del PC, explica el abandono por parte de una clase media cada vez más mayoritaria, emergente y aspiracional como lo revelan los estudios de opinión.
Si la economía crece al 4 ó 4,5% como es la meta Bachelet, al final de su probable mandato, el PIB per capita habrá llegado a US$22.300 y la tendencia política indicará que la Alianza será mayoritaria.
Javier Fuenzalida A. Profesor
Universidad Finis Terrae