Con el proyecto de ley de despenalización del aborto, firmado el pasado sábado 31 de enero, la Presidenta Michelle Bachelet propone permitir el aborto en tres casos particulares: violación, inviabilidad fetal y riesgo de vida de la madre.
Creo que vemos cómo lamentablemente de esta forma se lograría privilegiar la vida del ser en gestación usando esta práctica para matarlo, ser que obviamente no puede defenderse y nosotros no tenemos derecho para decidir si debe no vivir.
Lejos del debate sobre “qué es vida y qué no lo es” de años atrás, hoy entre gallos y media noche y con la mitad del país en vacaciones el gobierno va aún más allá, abarcando derechamente la interrupción del embarazo a las 12 y 14 semanas de gestación. Vemos como este gobierno trata de imponer una ideología que respalda una práctica realizada desde antaño en la clandestinidad y que podremos realizarla legalmente con el sólo fundamento catalogarnos “progresistas”.
Definitivamente un proyecto de ley que habla mucho de libertades pero poco de penas para los culpables de uno de los peores casos: el embarazo como producto de violación. El acompañamiento a la mujer en el embarazo no deseado debería ser prioridad frente al alto número de estos casos año a año.
En la discusión en torno a la despenalización del aborto se habla también de libertad de la mujer en decisión -de abortar-, cuando estamos vulnerando uno de los principios máximos de la libertad, el de la vida. Tampoco se promueve en el actual proyecto mejorar las deficientes políticas públicas en pro de la adopción. Son muchas parejas hoy esperan adoptar cruzando años y años en la espera bajo el actual sistema para quizá lograrlo.
Nuevamente estamos frente a un proyecto que en primer lugar carece de un diálogo serio que respalde la intención del Gobierno; en segundo, es un proyecto populista al buscar la libertad por la libertad sin considerar la esclavización en la que caerán mujeres gracias a la desinformación de la cruda realidad que abraza a un aborto inducido; por último y en consecuencia, la Presidenta Bachelet suma un nuevo mal proyecto, al igual que en régimen tributario y educación. Se nivela hacia abajo.
Mauricio Donoso Pavez
Presidente UDI Distrito 34