Cuando vas a un lugar ubicado en la playa, en el campo o en algún barrio de tu ciudad, te encuentras que las calles son de piedra con adoquines, te gusta, pues viajas en el tiempo y consideras que le da una característica especial al lugar, encuentras que las calles con este tipo de pavimento son románticas, antiguas y cálidas. Estoy de acuerdo con esto, el problema es que este romanticismo tiene un costo, pues te dificulta caminar incluso con calzado bajo y plano.
Cuando llueve se te hace más complejo el andar por estas calles y si eres una persona de edad avanzada el recorrido se dificulta aún más.
Pero a pesar de las dificultades que te puede traer el caminar, no podemos negar que son unos lindos mosaicos que generan un juego visual a través de las formas de las piedras unidas a las tonalidades. Si todo esto va acompañado de un entorno adecuado, que tenga una relación en cuanto a las formas, al colorido o las alturas, logra un espacio agradable que te invita a caminar por allí, a sentarte en un café si lo encuentras o simplemente seguir recorriendo estas calles.
En algunos lugares las casas están pintadas de blanco y tiendas están decoradas de tal forma, que incorporan estas piedras al interior logrando espacios armónicos con diseño.
A pesar de todas las incomodidades que estas calles nos puedan ocasionar, el romanticismo que proyectan sus calles va a seguir siendo del gusto de muchos, además si logran unir este concepto con construcciones modernas, veras como las piedras le dan un toque especial a los lugares más modernos, pues las piedras rompen visualmente cualquier espacio.
¿Qué prefieres lo pavimentado o el costo del romanticismo?
Clo
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