Por David Pérez Arce
La propuesta fue entregada el año pasado, en la Región de O’Higgins sobre el plantel universitario que se desea. El gobierno espera tener en funcionamiento estas dos nuevas universidades estatales en el año 2017.
El próximo martes la Cámara de Diputados estará votando el proyecto que crea estas dos universidades, que son parte de la Reforma Educacional del Gobierno.
La iniciativa ha generado un fuerte debate, tanto por especialistas, quienes cuestionan que estos planteles no pasaran por la supervisión del Consejo Nacional de Educación, como por las comunidades locales, que discuten en estos instantes, cual es la comuna que acogerá a esta casa de estudios superiores.
El Servicio de Información de Educación Superior del Mineduc, publicó una serie de informes regionales que muestran la realidad actual en ambas regiones.
Hay 28 planteles que se han instalado, incluyendo sedes de universidades tradicionales y con una matrícula de 30 mil alumnos. Más de la mitad de los jóvenes estudian carreras técnicas, 14 mil en jornada vespertina y la deserción al primer año en universidades va entre 23% y 53% siendo la más alta que el promedio nacional.
De los datos oficiales muestran que solo el 20% de las carreras que se dictan están acreditadas y que apenas 111 académicos tienen posgrado.
Hasta el momento las experiencias que se han llevado a cabo han sido deficientes. Incluso han tenido fracasos la U. de Valparaíso y la UTEM.
Hay una oferta débil de alumnos, muchos estudiantes se traslada a Santiago, lo dice el ex rector de la U. de Chile y quien lideró la comisión ejecutiva que en Diciembre pasado hizo entrega de su propuesta para la Universidad Regional.
Para financiar el arranque el proyecto considera un financiamiento fiscal de $7 mil millones para cada universidad por tres años.
