Sin vestido de invierno se presenta la montaña, he subido un par de veces este invierno y no deja de sorprender la sequedad y la falta de nieve a estas alturas del año.
Indistintamente que no esté vestida de blanco la montaña, sigue siendo un paisaje cautivador, envolvente e impresionante, pues para quienes gustan de este lugar siempre será atractivo y para los que visitan por primera vez, agradecen lo majestuoso del lugar a pesar de la falta de nieve,
Sin embargo la montaña es más que nieve, es altura, frío, curvas, poder escuchar el silencio… con suerte algún cóndor paseando en el cielo azul y por tierra más de un zorro que asoma se detiene mira y continua rápidamente su camino.
Por lo tanto un paseo a la montaña siempre te dejará un sabor agradable al alma, un paisaje que cambia con las estaciones del año y si tiene su vestido blanco ¡mejor!
Si subes ten presente que arriba el tiempo cambia bruscamente, puede cerrar y comenzar a nevar, después de todo, la montaña es la montaña –no olviden las cadenas, requisito para subir, respetar el camino, pues por muchas veces que lo hayan hecho, siempre merece respeto.
¿Has tenido la oportunidad de subir y vivir la magia de la montaña?
Clo