La cascara crocante de una marraqueta recién salida del horno, rellena con jamón de pierna y queso gouda, acompañada de un café con leche muy caliente, puede ser una de las imágenes más recurrente del desayuno de gran parte de los chilenos. Muchos despertamos inundados del típico olor a pan tostado y nos da la sensación de que el estanque de energía comienza a ser llenado con la gasolina del mejor octanaje.
Desde tiempos inmemorables en Chile veneramos al pan, ubicándonos como los principales consumidores en Latinoamérica, con alrededor de 98 kilos al año por persona, según cifras de la Federación Chilena de Industriales Panaderos (Fechipan). A nivel mundial, solo somos superados por Alemania.
En Sodexo, gracias a nuestra experiencia atendiendo diariamente la alimentación de más de medio millón de chilenos, hemos sido testigos de la omnipresencia de este alimento en nuestra dieta, el que dejó de ser un mero acompañante de las comidas, para pasar a ser un protagonista en sí mismo.
Hoy el pan responde satisfactoriamente a un consumidor más sofisticado y preocupado de su calidad de vida, que exige alternativas de alimentación más gourmet, naturales, sanas y funcionales, dejando de ser un producto cuestionado por su aporte nutricional, que ha desarrollado una oferta variada y saludable al alcance de todos los bolsillos. En otras palabras, dejó de ser el premio de consuelo, la alternativa de segunda clase.
El almuerzo es un buen ejemplo. A esta hora, el sándwich hace su entrada triunfal con los clásicos Ave Palta y Ave Pimiento, una alternativa liviana para quienes tienen poco tiempo. Para los que no, se ha desarrollado una amplia oferta de sándwich gourmet, acompañada de la proliferación de restaurantes especializados. También contamos con alternativas más criollas, como los acorazados sándwich de Pernil Palta y el Arrollado Pebre en pan amasado, que pueden ser consumidos por quienes requieren más calorías.
En paralelo a esto, y como un ingrediente adicional, los panes gourmet han surgido con fuerza en el país, de la mano de la llegada de panaderías internacionales que han instalado en el abanico de posibilidades panes que incluyen ingredientes diferentes y naturales como aceitunas, almendras, nueces, higo y miel, solo como un ejemplo de las múltiples novedades.
Lo anterior hace aún más atractiva la nostálgica costumbre de “tomar once”, ampliando la variedad más allá de las hallullas o marraquetas.
Para quienes necesitan terminar el día con algo contundente, el pan también les ofrece su menú. Y entonces, nuestro instinto nos lleva casi disciplinadamente a Plaza Italia, donde un Lomo Palta Mayo de la Fuente Alemana, un Tártaro en el Bierstube, o una Marraqueta Carne Mechada en el Galindo, son preparaciones difíciles de resistir.
Como vemos, a lo largo del día, el pan sigue siendo el rey indiscutido de la mesa de los chilenos. Gracias a su versatilidad, este producto ha ido evolucionando según los nuevos requerimientos de los consumidores, mejorando su aporte nutricional y diversificando la oferta hacia una más saludable.
Así, actualmente podemos encontrar en el mercado muchas variedades de pan que incluyen ingredientes como probióticos u Omega 3, y semillas como la avena, quínoa o la maravilla. También, existen alternativas reducidas en sodio e incluso con un menor porcentaje de materias grasas, todo en respuesta a este público cada vez más exigente en temas de calidad y que considera al pan una alternativa saludable dentro de su dieta.
Versátil y saludable, para todos los gustos y necesidades, sin duda el pan continuará siendo el rey indiscutido de la alimentación en nuestro país.
Por Francisco Layera,
Chef Ejecutivo Corporativo de Sodexo.
