¿A qué tipo de enfermedades somos más propensos los chilenos? ¿Es cierto que tenemos ‘mitad sangre indígena y mitad europea’? ¿Cómo nos diferenciamos de nuestros ancestros? Estas y otras preguntas pueden comenzar a resolverse gracias al estudio “Estructura Genética de la Población Chilena”, realizado por investigadores del Programa de Genética Humana del Instituto de Ciencias Biomédicas, Facultad de Medicina de la Universidad de Chile (UCh).
El doctor en Genética Ricardo Verdugo, académico de la casa de estudios, dio a conocer recientemente los resultados de su investigación, en el Seminario de Investigación y Ciencia en la región de O’Higgins desarrollado en Rancagua, y organizado por la por la Red de Gestión Tecnológica para el Agro, RGTA y PAR Explora de CONICYT O’Higgins.
“El objetivo de este estudio es conocer cuán particulares somos en cuanto a la población mundial, respecto de nuestra composición genética. Se ha investigado mucho, pero nuestra población no ha sido incluida, por lo tanto existe una escasez de datos sobre el genoma de los chilenos”, comenta el genetista.
Para realizar la investigación, se analizaron muestras de sangre de alrededor de 3 mil personas, provenientes de 7 ciudades del país, que incluyeron Arica, Iquique, La Serena, Coquimbo, Santiago, Chillán, Temuco y Puerto Montt, a quienes sólo se solicitó como antecedente que ellos y sus padres fueran nacidos en el país.
Dentro de las principales conclusiones del estudio están que “el chileno promedio tiene un 44 por ciento de ancestría (ascendencia) amerindia y 51 por ciento de ancestría europea, principalmente española, y sólo un 3 ó 4 por ciento de origen africana; pues en el pasado en Chile, alrededor del 10 por ciento de la población fueron esclavos provenientes de África, quienes dejaron descendencia en nuestro país”, asevera el doctor Verdugo.
En lo que se refiere a otras zonas de Europa, al comparar los genes estudiados con los marcadores genéticos de otras zonas del viejo continente, se pudo determinar que su influencia en la población chilena es muy baja. En la investigación no se incluyeron ciudades con una alta influencia de inmigrantes, como Valdivia o Punta Arenas por ejemplo, a la espera de futuros estudios en estas poblaciones.
Otro de los resultados, fue que detectaron una variación genética en nuestra población, “especialmente en individuos seleccionados que tienen una ascendencia genética aymará o mapuche, que es particular de estas poblaciones. Alrededor del 4 % de la variación genética que detectamos en los genomas analizados, provienen de un origen desconocido hasta el momento en estudios internacionales, y podrían representar una variación particular de estas poblaciones originarias”, agrega el especialista.
Eso sí, según comenta el Dr. Verdugo, si bien esta composición es el promedio, no caracteriza a todos los chilenos, ya que hay una variabilidad en los componentes entre las personas y también en los promedios cuando nos movemos del norte al sur del país. Así por ejemplo en el centro del país, el componente europeo aumenta, en el norte de Chile, predominan las etnias aymará y quechua; y hacia el sur, pehuenche, huilliche y mapuche.
El estudio determinó que no hay ningún chileno que no tenga ancestría (ascendencia) ya sea amerindia o europea. Es decir, todos somos mestizos; y de acuerdo a declaraciones en prensa de la Doctora Lucía Cifuentes, también miembro del equipo y académica de la UCh, “es bueno que así sea”.
Según añade Verdugo, están a la espera de generar más financiamiento, y así determinar por ejemplo, cuáles son los genes que pudieran explicar por qué tenemos un patrón epidemiológico diferente de otras poblaciones a nivel mundial.
El profesional, junto a su equipo de trabajo, espera elaborar a través de su investigación, una radiografía de la composición genética de la población chilena, lo que vendrá a contribuir a estudios posteriores en áreas como biomedicina, antropología, medicina forense, entre otros. Para más antecedentes se puede visitar la página web www.chilegenomico.cl, disponible no sólo para investigadores, sino también para público general o profesionales de la educación.
PROYECTOS DE GENÉTICA AGRÍCOLA
El seminario, contó con una antesala de exposiciones de científicos regionales pertenecientes al Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA Rayentué, y CEAF, relativa a investigaciones sobre genética en agricultura que se están desarrollando en la región.
Genes candidatos de resistencia a hipoxia en Prunus, Dr. Jorge Perez, INIA-Rayentué
“Trabajo en Prunus (árboles como ciruelo o cerezos), y la hipoxia que es la falta de oxígeno en estas plantas, estudiando a los genes para entregar herramientas para generar nuevos cultivos que sean más tolerantes a esta condición. En los próximos meses tendremos resultados más concretos, con luces acercas de la función de estos genes en mejoramiento genético”.
Genética del Color en Cerezos, Dr. Boris Sagredo, INIA-Rayentué
“Queremos encontrar marcadores moleculares, que faciliten la identificación del color de las nuevas variantes de cerezos, en una programa de mejoramiento genético. De esta manera podremos saber tempranamente sí la planta posee dicho marcador (para saber de qué color será el fruto); y así determinar si se mantiene la planta o la deja como material de desecho. Por lo general se tiene que esperar a que la planta rompa su juvenilidad, proceso que puede implicar 4 ó 5 años, para determinar el color que tendrán sus frutos, pero con un marcador genético se puede saber al primer año, ahorrando así recursos”.
Genoma de especies de Atriplex, Dra. Adriana Bastias, Fondecyt de Iniciación, INIA-Rayentué/U. de Chile.
“Vamos a muestrear a Coquimbo, en la estación experimental Las Cardas de la Universidad de Chile, especies de Atriplex nativas (matorral), que crecen en suelos pobres, degradados, secos y con alta salinidad. Las especies de Atriplex tienen características bien interesantes ya que pueden ser usados como biocombustibles sólidos por su alta generación de biomasa; también como fitorremediadores, ya que son capaces de absorber y acumular metales pesados, como cobre o arsénico, mejorando así los suelos; además de forraje para animales. Estamos analizando su genoma (mediante secuenciación parcial) y estamos identificando marcadores moleculares del tipo microsatélites (que son los mismos que se usan para estudios de paternidad), para analizar, luego, la biodiversidad de la población de Atriplex que se encuentra en las Cardas”.
Los virus en Frambuesa. Dra Pamela Rojas, INIA-Rayentué, Fondecyt
“El objetivo de mi estudio es aportar información acerca de los virus que afectan los cultivos de frambuesa en chile. Hasta ahora se conoce muy poco y queremos saber qué virus afectan la calidad de la fruta, como el desgrane. Esta información será de utilidad para mejorar el diagnóstico y generar estrategias de control de las enfermedades virales del frambueso en nuestro país”.
Inducción floral en Cerezo, Dr. Ruben Almada, CEAF Fondecyt
“El objetivo de este trabajo es comprender el rol de genes y reguladores de crecimiento (hormonas) en los cambios del desarrollo asociados a la formación de yemas florales durante el proceso de inducción floral en cerezo. Esta nueva información podrá ser aplicada a futuro para optimizar el manejo agronómico de los huertos y optimizar la producción por ejemplo frente al cambio climático”.
