Veinte años cumple elFestival de Cine de Valdivia, un certamen que, año a año, buscar seguir el paso a ese cine que no comulga con criterios comerciales, optando por la búsqueda de nuevos y arriesgados caminos cinematográficos. Siguiendo esta línea, y para celebrar este aniversario, el festival, que este año se realizará entre el 7 y el 13 de octubre, elaboró una encuesta para determinar las mejores películas latinoamericanas de las últimas dos décadas.
Los votantes fueron los programadores y directores de 10 festivales de la región: Bafici (Argentina), Ficunam (México), Cinema Tropical (EE.UU.), La Habana (Cuba), TransCinema (Perú), Cali (Colombia), Tiradentes (Brasil), Montevideo (Uruguay) y Fidocs (Chile). El resultado es amplio en países, aunque todas tienen en común las historias pequeñas, con personajes sencillos. Fuera de mayores épicas políticas y con un evidente dominio argentino, estas son las 10 primeras cintas del ranking ordenadas por votación. Las restantes se pueden ver en la edición online de La Tercera.
1. Whisky (2004)
Esta cinta marcó un antes y un después en el cine uruguayo. Sus directores, Pablo Stoll y Juan Pablo Rebella, apenas tenían 30 años cuando la estrenaron mundialmente en el Festival de Cannes, donde obtuvieron el premio de la crítica. El filme muestra a un amargado dueño de una fábrica de calcetines que recibe la visita de su exitoso hermano que vive en Brasil. Para aparentar una vida más plena, le pide a su mejor trabajadora que se haga pasar por su esposa. Una mentira exquisitamente filmada, con un humor único, que muestra los quiebres internos de unos entrañables personajes.
2. Luz silenciosa (2007)
El mexicano Carlos Reygadas confirmó los laureles que lo encumbran como un imprescindible gracias a esta cinta centrada en una comunidad menonita. Ahí, Johan se debate entre su familia y su amante, en un entorno donde la envolvente naturaleza parece representar los tormentos que todos sufren.
3. Santiago (2007)
En 1992, el brasileño João Moreira Salles hizo un documental sobre el mayordomo que por 30 años atendió a su familia. No quedó conforme y volvió a ese material casi 10 años después. Una película sobre otra, que refleja la cotidianidad de un sorprendente personaje.
4. La libertad (2001)
Lisandro Alonso se consolidó como uno de las figuras centrales del Nuevo Cine Argentino gracias a este filme. También, confirmó que la contemplación y el minimalismo eran lo suyo, siguiendo la vida de un solitario hombre por el monte pampeano.
5. La ciénaga (2001)
Cinta estandarte del cine argentino reciente. Este debut de la realizadora Lucrecia Martel se centra en un grupo de patéticos y perdidos personajes en el sofocante norte salteño. Una metáfora de la decadencia de la clase media transandina que se convirtió en una de las películas latinoamericanas más influyentes de las últimas décadas.
6. Historias extraordinarias (2008)
Tres forasteros, tres historias, tres misterios. Dirigida por el argentino Mariano Llinás, esta película, narrada por una voz en off omnipresente que se sobrepone a los diálogos de los personajes, dividida en múltiples capítulos y con cuatro horas de duración, es un monumento a la narración fílmica.
7. Un tigre de papel (2007)
Luis Ospina es un nombre mayor del cine colombiano. En este filme se sumerge en la particular figura del artista plástico Pedro Manrique Figueroa, pero, de paso, también revisa la historia de Colombia desde 1934 hasta 1981, año en que Figueroa desapareció misteriosamente. Esta historia “no está escrita por nadie, y por una razón poderosa: se parece demasiado a una novela de aventuras”, dice el director al inicio de una cinta donde el documental y la ficción se entrecruzan notablemente.
8. Hamaca paraguaya (2006)
La última película paraguaya era una de los años 70 sobre la guerra de la Triple Alianza, amparada por la dictadura de Alfredo Stroessner. Esta cinta de Paz Encina no sólo marcó un hito por revivir una cinematografía casi inexistente, sino también por la calidad del relato sobre una pareja de ancianos campesinos. Ambientada en 1934, los detallistas planos fijos, las voces en off engrosan la espera de noticias sobre su hijo que partió a la Guerra del Chaco.
9. Silvia Prieto (1999)
Una chica cumple 27 años y decide cambiar de vida: deja la marihuana, se compra un canario y busca trabajo. Este es el punto de partida de la segunda cinta de Martín Rejtman tras la influyente Rapado (1992), un director que ha sido señalado como quien abrió el camino a lo que sería el Nuevo Cine Argentino. Una comedia engañosa, porque más que nada contiene una desesperanza generacional.
10. Aquí se construye (2000)
El cine chileno entra al top ten con este celebrado documental de Ignacio Agüero. Una imagen muestra cómo una máquina derrumba una casa en Lyon para construir un nuevo edificio. El director siguió por dos años este proceso de demolición que, entre el polvo y los escombros, abre una reflexión sobre cómo Santiago cambia sin mucho control ni razón, enceguecido por el progreso económico.
Fuente: Latercera.com