Gran profusión de crónicas sobre el Bitcoin, una moneda virtual que opera en el anonimato. Incluso su autor es desconocido y dice ser Satoshi Nakamoto, algo así como llamarse Juan Pérez en Chile, lo que despierta sospechas de prestarse para transacciones ilegales como lavado de dinero, narcotráfico financiero, evasión tributaria y otras más, puesto que los intervinientes son secretos. Rusia lo prohibió recientemente. El Bitcoin no es otra cosa que una moneda de cuentas y funciona tal como las operaciones reajustables de las antiguas asociaciones de ahorro y préstamos, los bonos reajustables de los bancos de fomento de los años 60, la corrección monetaria brasilera y las actuales UF, UTM. Nada nuevo, excepto su mecanismo secreto.
¿Quién asegura que su valor se mantendrá en relación a otras monedas? El complejo sistema virtual de cuentas encriptadas está diseñado de modo que su cantidad es fija, igual a 21 millones, de los que 12 se han utilizado mediante un modelo probabilístico que lo rebaja de su stock. Recientemente un usuario declaraba ufanamente que había podido recorrer el mundo haciendo sus pagos con bitcoins. En Chile miles de personas lo hacen a diario con la «UFCOIN», nuestro bitcoin nacional. Se pagan dividendos hipotecarios, créditos en UF, seguros en UF, etc. ¿Quién emite las UF? Cada persona que realiza una transacción en esa unidad. Se podría abrir una cuenta en UF en un banco, puedo tomar depósitos a la vista o a plazo en UF. Pero su valor es el equivalente a moneda nacional está determinado por la variación diaria del IPC perfectamente conocido y no hay compra/venta especulativa de UF.
Si alguien desea realizar transacciones en bitcoin, especialmente con el extranjero, debe abrir una cuenta en un sitio virtual para tal efecto y “comprar” las bitcoins de acuerdo con su valor de mercado. Las cuentas se manejan con un sistema semejante al de la firma electrónica avanzada. Varios sitios publican diariamente el valor de esa moneda virtual, de modo que su valor en dólares a corto plazo no es fijo o constante determinado en un mercado virtual donde se transan.
¿Para qué sirve entonces? La única utilidad es para realizar transacciones con la garantía que el sistema no puede hackearse… hasta el momento, y para evitar el costo de las diferencias cambiarias y comisiones de intermediarios financieros. En el corto plazo su precio es variable. Por ejemplo, en diciembre pasado su valor era en torno a US$600, llegando a US$1.200 a mediados de mes, para caer a cerca de US$450 en la tercera semana. Volvió a subir hasta los US$1.000 a comienzos de enero, cayendo a US$269,82 a pesar que el stock total es fijo e igual 21, lo que asegura que no puede producirse una desvalorización de magnitud por exceso de oferta. Su precio spot es muy volátil experimentando grandes variaciones diaria probablemente por las especulación financieras al igual que cualquier activo financiero.
Javier Fuenzalida A.
Profesor Universidad Finis Terrae
