Hace algunas semanas les comente lo maravilloso que es visitar los mercados, pero esta vez les comentaré la sorpresa que me lleve cuando visite el Mercado Central de Santiago.
Este mercado, fue construido donde se encontraba la plaza del basto, la que fue destruida por un incendio. En el año 1869 se comienza a construir el edificio que alberga el actual mercado, siendo su cubierta una de las bellezas de su estructura, la que fue construida en de hierro forjado, encargado a Inglaterra.
La sorpresa es que actualmente ya no existen los puestos que albergaban lindos colores, aromas y formas diferentes que cambiaban en cada la estación, me refiero a los puestos de frutas y verduras en el hall central del mercado. Actualmente sólo hay mesas de un restaurante que se ha ido expandiendo con los años y “agencias de viajes”. Se podrán imaginar la desilusión que me lleve. Esta fue muy grande, no entiendo como un edificio que en 1984 es nombrado Monumento Histórico lo dejen perder lo esencial, la magia de albergar historia y tradición.
Sobreviven aún las pescaderías, alguno que otro almacén, pero ya no podemos hablar de visitar el mercado para comprar los vegetales, esto nos quedará en la retina, en el recuerdo y la nostalgia de quienes conocimos, visitamos y compramos en este mercado, tal como también sucedió en otras ciudades como Calama, que ya no tienen mercado, en Concepción que se incendió y así como en tantas localidades en nuestro país.
Igual seguiré visitando los mercados cada vez que pueda y la compra de vegetales será en la feria.
¿Tienes alguna feria cerca de casa?
Clo
