Por David Pérez Arce
Este año quedo claro que la fruta chilena tiene una demanda tan importante, que los compradores están dispuestos a pagar más caro por ella. Con algunas prácticas, como el recorte de la producción, se puede maximizar los beneficios para el agricultor.
En un amplio y documentado reportaje, publicado en Revista del Campo edición de ayer lunes, se agregan antecedentes como la opinión de Antonio Walker, productor de la VII Región quien expresa:
“La exportación directa le está abriendo los ojos a los fruticultores. Hay una demanda importante. Con un poco de conocimiento sobre los consumidores, se pueden lograr mejoras interesantes en los retornos”.
Por su parte, Rodrigo Monasevich director de UTILITAS señala:
“Hoy la fruticultura es un buen negocio y quedo atrás la sensación de crisis que había hace un años atrás. La tarea principal de los fruticultores profesionales es estar conectados al mercado para aprovechar las oportunidades”.