Juan Manuel Santos seguirá siendo presidente de Colombia, luego de que este domingo la mayoría de los colombianos decidiera darle la oportunidad de un nuevo período al frente del gobierno. También se trata de un voto de confianza al proceso de paz con las guerrilleras Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que Santos inició en noviembre de 2012.
Con el 99,97% de las mesas de votación escrutadas, el mandatario obtuvo el 50,94% de los votos, por el 45,01% de su rival, Oscar Iván Zuluaga.
Junto a las alianzas de última hora, una mayor participación en las urnas parece haber decidido la contienda, pues esta vez, cinco de cada diez colombianos elegibles para votar (47,98%) lo hicieron, mientras que en la primera vuelta de las elecciones la abstención superó el 60%.
«Colombianos de muy diferentes opciones, incluyendo muchos que no simpatizaban con mi gobierno, se movilizaron por una causa, la causa de la paz», dijo Santos durante la noche del domingo, en su discurso de celebración.
«Se movilizaron a sabiendas que la historia tiene sus momentos y que este es el momento de la paz, de terminar ese largo y cruento conflicto», agregó.
Un desafío claro
“Santos va a tener la oposición del Centro Democrático y además alguna parcial del (izquierdista) Polo Democrático y alguna parcial del Partido Conservador.«
Marcela Prieto – Instituto de Ciencias Políticas.
Elegido luego de una campaña que tuvo ese tema como su eje central Santos ahora está obligado a culminar satisfactoriamente las negociaciones con las FARC en La Habana y avanzar lo más rápidamente posible en las conversaciones con el ELN, la segunda guerrilla del país.
Pero, al mismo tiempo, también tendrá que garantizar que cualquier acuerdo con los rebeldes que se alcance en la mesa de negociación sea además aceptable para la mayoría de la población.
Y encontrar un balance entre las aspiraciones de los guerrilleros y las demandas de los ciudadanos –que tendrán que aprobar cualquier eventual acuerdo en un referéndum– supondrá un importante desafío para el presidente reelecto.
«Hay que recordar que según las encuestas el 73% de la población dice que no está de acuerdo con que la FARC participe en política y el 83% que deben pagar cárcel todos», le dijo a BBC Mundo Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (CERAC).
«Así que el principal reto de Santos será culminar el proceso de paz y sobre todo poder llevarlo de manera exitosa a las urnas», agregó.
Según Restrepo, para su campaña Zuluaga intentó interpretar ese sentir de la mayoría de los colombianos, que le respondieron con el 45% de los sufragios.
Y la presencia de una fuerte bancada de oposición en el congreso -encabezada por el expresidente Álvaro Uribe, el principal valedor de Zuluaga- tampoco facilitará las cosas en el camino de la negociación.
El mandatario reelecto seguramente encontrará ahí un importante obstáculo a la hora de intentar aprobar las reformas necesarias para la implementación de un eventual acuerdo con la guerrilla.
«Si llega a un acuerdo con las FARC que en concepto del uribismo tuviera un alto grado de impunidad, la inseguridad política y jurídica del proceso (de paz) será altísima», advirtió Rafael Guarín, una analista cercano al expresidente Uribe.
Y Guarín también recordó que el acuerdo no sólo tiene que satisfacer a los colombianos, sino también cumplir con las demandas del Derecho Internacional a la hora de garantizar que los crímenes de lesa humanidad y otras violaciones flagrantes de los derechos humanos no queden en la impunidad.
Pero en su discurso celebratorio Santos dijo haber recibido el mensaje de las urnas: «Esta no será una paz con impunidad, está será una paz justa», prometió.
Y también le pidió a las FARC y al ELN escuchar el mensaje que les mandaban los votantes: que ya había llegado la hora para poner fin al conflicto, con seriedad y decisión.
Fuente: bbcmundo.com
