Por David Pérez Arce
Los alcaldes son quienes participan, activamente, en las actividades de fiestas patrias. Desde la inauguración de las ramadas, donde el primer pie de cueca es del alcalde, para seguidamente dar una vuelta y visitar cada una de las ramadas y fondas, que estarán atendiendo durante cuatro días, en esta ocasión, con todo lo típico de nuestras tradiciones.
A todo esto, ¿los diputadores y senadores bailaran a lo menos tres pie de cueca…?
Más aun cuando en estos instantes hay indicaciones, para que nuestro baile nacional sea parte del currículo escolar, siendo obligatorio que cada alumno al egresar de cuarto medio, sepa bailar cueca.
En Rancagua nació este movimiento, en 1972, cuando se fundó la Federación Nacional de la Cueca de donde sale la iniciativa para lograr que la cueca fuera declarada nuestra danza nacional.
A contar del día 17, en que se inauguran oficialmente las ramadas, en todo el territorio nacional estarán los pañuelos al viento para saludar con mucho entusiasmo el aniversario patrio.
Un gesto de Beltrán Urenda
El año pasado, en el mes de junio, falleció el senador viñamarino Beltrán Urenda, quien se distinguía por su sencillez y un trato afable con sus coterráneos.
Lo que para muchos es una sorpresa, fue el propio ex parlamentario que llegó a una notaría, el año 2012, llevando su declaración, en la que daba a conocer el destino de su herencia.
Viudo, de su matrimonio nacieron 8 hijos, no obstante su generosidad fue más allá de sus familiares directos. Estableció que fueran repartidos la suma de $210 millones, entre 46 personas, cada una de ellas cercanos servidores con quienes trabajó durante largos años.
Para algunos de ellos, una especial gratitud, como su “ama de llaves” que era de quien recibía las atenciones a diario y su secretaria personal, con quien trabajó durante largos años. Cada una de ellas recibe como herencia $50 millones cada una. La lista es de 46 personas y cada uno de los beneficiarios aparece con nombre y apellido en el testamento agradeciendo su lealtad en las diarias tareas. Todo un gesto, como para darlo a conocer.
El ex diputado Erazuriz
El pasado jueves 11, en una inserción aparecida en El Mercurio, se entrega la versión de la sesión de La Cámara de Diputados de Agosto de 1973. El citado documento ha sido tema de conversación y análisis, por varios lectores quienes han enviado sus cartas. Una de ellas fue publicada el sábado 13 del presente y es de Maximiano Errazuriz Eguiguren y que del siguiente tenor:
“Señor director; Debo precisar lo expresado por don Jorge Donoso Pacheco; El acuerdo de La Cámara de Diputados de 1973, en cuyos considerando se declaraba ilegitimo de ejercicio el gobierno de Allende, se iba a tomar el día 22 de agosto de ese año. Al momento de votarse, se levantó el diputado PC Alejandro Rojas y, poniéndose de pie en su puesto, pidió sesión secreta porque tenía algo muy delicado que informar. Cuando salió el público y se detuvieron las grabadoras, dijo que se avecinaba un ataque a Chile por la frontera norte. Agregó que sería gravísimo que el acuerdo que íbamos a tomar se aprobara porque debilitaría al gobierno en un conflicto bélico. Se produjo un silencio sepulcral. Nadie sabía nada. En eso pidió la palabra nuestro colega Bernardo Leighton y solicitó que se citara a sesión para la mañana siguiente a fin de votar el acuerdo. Si había guerra, no se haría la sesión. En caso contrario-como sucedió-, en esa sesión se votaría el acuerdo. La precisión sobre sus alcances y significado quedan suficientemente aclarados en la carta que envió Eduardo Frei Montalva a Mariano Rumor. Maximiano Errazuriz Eguiguren”.