Por David Pérez Arce
La buena noticia para el equipo y la hinchada celeste es que tras el triunfo de Curicó sobre Rangers permitió que fuera el cuadro celeste quien quedara clasificado en la Copa Chile.
El descanso obligado, por razones climáticas, sirvió para la recuperación de los lesionados que tenía el equipo rancagüino, entre los que se contaba, el propio meta Carranza.
Tras la suspensión del compromiso frente a la Universidad de Chile, la oncena celeste aprovechó la ocasión para trabajar en el Monasterio Celeste, con mira a los compromisos que tiene en esta la primera fase del certamen de apertura, especialmente este compromiso frente a Iquique, el equipo que adiestra Nelson Acosta, que es un hueso duro de roer, el que no cabe duda que opondrá un esquema táctico para defender su condición de local.
La idea de Pablo Sánchez, es arrebatar los tres puntos para ir sumando frente a un rival de cuidado.
El encuentro será nocturno, en el Estadio de Iquique, al que seguramente será limitada la asistencia de hinchas rancagüinos.