La ingesta de sal en Chile duplica a la recomendada por la OCDE y para bajar estos índices no sólo hay que sacar los saleros de la mesa, sino aprender a leer las etiquetas para así consumir un máximo de 5 gramos de sodio al día.
Hipertensión arterial, insuficiencia renal, deterioro del sistema circulatorio y problemas cardiovasculares son sólo algunas de las enfermedades a las que se ven expuestas las personas debido al alto consumo de sal. Por ello, es que la Organización Mundial de la Salud recomienda no exceder los 5 gramos en la dieta diaria, lo que se traduce en una cucharadita de café pequeña o el contenido de la tapa de un lápiz bic. Chile, está lejos de esa cifra y de acuerdo con el Ministerio de Salud, el consumo promedio en el país alcanza los 9,8 gramos de sal al día.
El círculo de nutricionistas de Sodexo -empresa líder en Servicios de Calidad de Vida y responsable de la alimentación de más de 75 millones de personas en el mundo- destaca que el exceso de sal puede derivar en enfermedades crónicas como la hipertensión y afecciones coronarias, por lo que el consumo siempre tiene que ser controlado.
“La mayoría de las personas piensa que sacando el salero de la mesa, ya eliminaron este ingrediente de sus dietas. Pero no es así, porque este componente se encuentra presente en una gran cantidad de los alimentos que consumimos en el día a día. De hecho, casi el 80% de la sal que ingerimos proviene de los productos elaborados y procesados como pan, quesos, fiambres, embutidos, productos enlatados y snacks (papas fritas, salsas, cereales, entre otros), además de las frutas y verduras”, señalan desde el círculo de nutricionistas de la empresa.
Cabe destacar que la sal, en su justa medida, es beneficiosa para la salud, ya que en conjunto con el potasio mantienen el equilibrio líquido del cuerpo, aportando energía y ayudando en el proceso digestivo. Por lo anterior, Sodexo recomienda:
- Leer la etiqueta nutricional de los alimentos. Esto ayudará a saber la cantidad de sodio y sal concentrada que tienen los productos.
- Disminuir la cantidad de sal a la hora de preparar comidas.
- Quitar los saleros de las mesas y no añadir este mineral a la comida sin antes probarla.
- Evitar el consumo de aderezos y aliños.
- Evitar la ingesta de bebidas gaseosas y/o aguas mineralizadas.
- Preferir las sopas preparadas en casa antes de las de sobre, pues estas últimas tienen mayor nivel de sodio concentrado.
- Utilizar sustitutos para la sal o aquellas que sean con bajo nivel de sodio.
- No consumir comida rápida habitualmente. Estas preparaciones suelen mezclar ingredientes con altos niveles de sodio, por lo que su consumo debe ser sólo ocasional.
Además de los consejos mencionados, Sodexo sugiere no incluir sal en las comidas de los niños, potenciando en ellos una dieta equilibrada, rica en nutrientes, proteínas y fibras.