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El Garantismo es bueno – el Eficientismo es malo

(columnadefensorregioanl)

 

El nuevo Presidente de la Corte Suprema, Hugo Dolmestch, dice en un diario santiaguino: “…el garantismo que consiste en que el delincuente no es responsable y no debe ser sancionado antes de una condena, con la buena voluntad de los jueces chilenos, y el tipo no ha sido condenado anteriormente, le nacen los derechos a la libertad. Ahí está la “puerta giratoria” y todo lo demás… Me preocupa mucho que se diga que somos garantistas, por eso le decía que yo era garantista antes, y ahora me estoy poniendo un poquitito más escéptico. Creo que los jueces, con voluntad, podríamos dar mayores muestras de cierta severidad”.

 

Dice además el señor Hugo Dolmestch, que: “Podríamos revisar los márgenes del principio de inocencia”.

 

Pareciera que el nuevo Presidente del Alto Tribunal se hace cargo de este imaginario social en que el juez es responsable de que los delincuentes vaguen por las calles y las víctimas angustiadas y humilladas vean burladas sus expectativas de justicia.

 

Pero antes de apuntar en contra de los jueces, como lo hace el señor Dolmestch, debemos preguntarnos ¿qué es en realidad el Garantismo?

 

El Garantismo es sencillamente la aplicación de los Derechos y Garantías contenidos en la Constitución Política de la Republica, los Tratados Internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes y las normas legales contenidas fundamentalmente en los códigos penal y procesal a los intervinientes (imputados, víctimas, querellantes terceros etc.)

 

Es por ello que los jueces en lo penal, en la primera instancia, son legalmente denominados “Jueces de Garantía” y sus Juzgados son – según el Código Orgánico de Tribunales – de “Garantía”, cuya  función legal es la de asegurar los derechos del imputado y demás intervinientes en el proceso penal, de acuerdo a la Ley Procesal Penal.

 

No sabemos a ciencia cierta en qué momento ciertos actores políticos, exasperados por no poder dar cuenta o explicaciones de avances concretos en el combate a la delincuencia, las emprendieron en contra de los jueces, que en general, solo cumplen una labor que en todo el mundo civilizado es la misma: “garantizar el debido proceso”, tal como ocurre en países de Europa y América Latina.

 

El garantismo es por lo tanto, una virtud del sistema que está destinado a proteger a los ciudadanos en general y en especial, a las personas inocentes y las víctimas de acusaciones falsas o mal intencionadas. Bien lo saben 423 personas de la región de O’Higgins que durante el año 2015 debieron pasar semanas o meses en prisión preventiva sin haber cometido delito alguno y más de 700 personas a nivel nacional, porque el sistema no fue lo suficientemente garantista.

 

Si se quiere eliminar el “garantismo” y cambiarlo por un sistema “eficientista” (más severo) en contra de la delincuencia, habría que modificar la Constitución Política y borrar ciertos derechos que para algunos están demás, por ejemplo: la prohibición de someter a torturas y tratos crueles a los detenidos para obtener confesiones; “revisar” la presunción de inocencia; el derecho a un juez imparcial; el derecho a conocer cabalmente los hechos por los que se acusa; a ser asistido por un abogado; a no ser condenado sin un juicio previo, etc. ¿Cuál de estos derechos quisieran eliminar los críticos del garantismo?

 

¿Los jueces de garantía se equivocan? Por cierto que lo hacen y lo harán, es parte de la función humana de impartir justicia, el punto es que aquí hay que colocar en la balanza lo siguiente: Si un juez garantista se equivoca mandará un delincuente a la calle, pero si un juez “eficientista” se equivoca, enviara a un inocente a la cárcel.

 

Los delincuentes – si son habituales – tarde o temprano terminan tras las rejas, en cambio a un inocente nadie le devuelve la dignidad ni el tiempo de días y horas de infierno. Bien lo saben 26 ciudadanos de esta región que el 2015 estuvieron más de 6 meses presos esperando un juicio oral por delitos que no cometieron.

 

Cuando escuche a un crítico de los jueces y del Garantismo, sepa que en el fondo lo que pide es castigo a cualquier precio y bien lo sabemos en la Defensoría, que ese precio lo paga cualquiera.

 

 

Alberto Ortega

Defensor Regional

Región de O’Higgins

 

 

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Diario El Cachapoal - Región del Libertador General Bernardo O'Higgins, Chile.
Fundado en Rancagua el 05 de Noviembre del 2003.