Los escarpines de lana elaborados por mujeres en tratamiento de su discapacidad, ayudan a un mejor caminar y a prevenir deformaciones como pie plano.
Hace cuatro años la señora Juana Allende, del Rincón de Los Ubilla (Lolol) fue atropellada por un camión en una caletera entre Teno y Curicó. “Me pasó un camión literalmente por encima. Se la gané porque estoy acá. Me operaron, tengo como cinco plaquitas en la pelvis, cadera, fémur y rodilla de la pierna derecha, la más afectada. Lo bueno es que tuve el apoyo de las profesionales de Pichilemu que me iban a ver a mi casa y del kinesiólogo de Lolol”, comenta.
Luego de pasar ocho meses en cama, totalmente postrada, la señora Juana logró comenzar a desplazarse gracias al apoyo kinésico recibido, tanto de los profesionales de Lolol como del equipo de Rehabilitación Rural del Secano Costero. “Empecé a hacer ejercicios, hasta poder caminar. Igual tengo que usar bastón”, cuenta, agregando que antes trabajaba como “temporera, pero con esto ya no puedo hacer mucho. Sigo con mis tejidos y la señorita Macarena llegó con unas lanas para hacerle unos escarpines a los bebés”.
La iniciativa “Zapatitos para bebé, tejiendo los primeros pasos” surge como una actividad organizada por el programa de Rehabilitación Rural del Secano Costero VI Región junto a la agrupación “Esfuerzo es vida” de Lolol, con el fin de potenciar el trabajo de una decena de mujeres que han sufrido algún tipo de traumatismo físico y que hoy están en busca de la reinserción laboral, además de beneficiar al desarrollo de los bebés de la Sala Cuna “Gotitas de Amor” de Pichilemu.
Macarena Vidal, coordinadora del programa de Rehabilitación Rural, señala que los “zapatos de lana permiten a los niños tener un mejor caminar y un mejor desarrollo de sus pies ya que son blandos y los niños pueden desplazarse dentro de este espacio de una mejor manera. Es común que los niños se saquen los zapatos porque son un poco duros, hace calor o les molestas. Entonces con estos zapatos de lana andan mucho más cómodos. Los zapatos incluyen una goma antideslizante para evitar que los niños sufran caídas”.
Por su parte, la directora (s) de la Sala Cuna “Gotitas de Amor” Fundación Integra, Cecilia León, agrega: “Agradecer a Macarena por habernos incluido en este proyecto y a las señoras que hicieron posible la confección de estos zapatitos con mucho cariño y amor para nuestros niños para el bienestar de ellos, como también es un tema que nos ayuda contra los virus. Es un gran aporte, así que estamos muy agradecidas”.
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