Al llegar al campamento minero de Chuquicamata, en febrero de 1977, quien me saludo con mucho cariño y me regaló su amistad, fue Mario Ernesto Lira Solas.
Fue mas allá, me presento a toda su familia, desde sus padres don Alcides y la Sra. Juanita, además de sus hermanos y me invitó a cenar a su casa, donde Leonor, su señora, me atendió con especial afecto.
Esa conversación de aquella noche, fue el inicio de una amistad que se agigantó a través de los años. Atravesando por algunas crisis, sin que se quebrara la amistad.
Su espíritu de trabajo, su lealtad y un acentuado sentido de responsabilidad, era su tarjeta de presentación y aceptaba todos los desafíos, asumiéndolos con mucha responsabilidad.
Nos lanzamos en un desafío gigante, en una radio de provincia, Radio El Loa de Chuquicamata y programamos un viaje a Lima para transmitir el encuentro entre las selecciones de Chile y Perú, válido por las eliminatorias del mundial de Argentina.
Con Pepe Hernández y Mario Lira nos lanzamos en ese desafío, que tenía algo diferente…
Era la primera transmisión radial, vía ENTEL, utilizando un satélite de comunicaciones. (Mas que desafío, una locura).
Llegaron con dos días de antelación a Lima para ir amarrando todos los contactos. No podíamos fallar, había más detractores que quienes confiaran en nuestro proyecto.
Estas transmisiones siempre fueron vía telefónica, éramos los primeros en utilizar la comunicación vía satélite.
No pudieron salir las emisiones, los audios, de TVN, las emisoras de Santiago con Julio Martínez, Gustavo Aguirre, por nombrar algunos.
Aquella señal, nos fue solicitadas por emisoras colegas, desde Arica, Valparaíso y… llegamos hasta Punta Arenas.
“Buenas noches Coihaique, buenas noches Punta Arenas”… gritaba lleno de entusiasmo desde Lima Mario Ernesto Lira. Que noche de recuerdos más lindo y nunca nos imaginamos, que la voz de este chuquicamatino llegara a una red de emisoras, de todo el país, que nunca la soñamos.
Este Mario Lira nunca dejó de sorprenderme. Tal vez las increíbles, fue cuando le exigimos que debía volver a la Universidad del Norte, en Antofagasta para que terminara su carrera de periodismo.
Con mucho sacrificio, además de estudiar, debía viajar, para relatar los partidos de Cobreloa y cada fin de semana llegaba a mi oficina a mostrarme las notas que lograba en la universidad…
Pasaron los meses y también un par de año. Mario Lira ingresó a mi oficina un buen día y me abrazó con mucho sentimiento y con una tremenda satisfacción. Había logrado terminar la carrera y traía en sus manos el TITULO DE PERIODISTA.
Lo tomó con sus dos manos y me dijo “Viejo, este título es tuyo”…
Nos abrazamos y lloramos de alegría. Habíamos conseguido algo importante, para satisfacción de sus padres, su señora y sus hijos…
Con quienes celebramos y brindamos.
Y..? Ahora que pasó…?
Desde Chuquicamata nos llegó la noticia que no esperaba.
Víctima de una insuficiencia renal, Mario Ernesto Lira Sola dejó de existir, este que fue el primer chuquicamatino que salió adelante con su carrera de periodismo, se despidió de su tierra y dejó tras su paso, tantas cosas gratas, como algunas que hicieron historia son un testimonio para sus hijos y hermanos.
Mario, hasta siempre… No escribo más, porque una vez más me hiciste llorar.
David Pérez Arce
Periodista
