Una extensa y provechosa jornada tuvo en la Región de O’Higgins el Presidente de la República, Sebastián Piñera Echenique, quien llegó hasta Rancagua para desarrollar su última visita oficial al mando de Chile.
En primer lugar, el mandatario encabezó la ceremonia de inauguración del Liceo Óscar Castro Zúñiga, establecimiento que había sufrido severos daños estructurales tras el terremoto del 27-F, lo cual obligó al cierre total de sus funciones. Luego de una serie de tratativas y años de espera, la tradicional institución finalmente abrió sus puertas para dar paso a una de las emblemáticas escuelas públicas de excelencia del país, iniciativa que costó más de 3.837 millones de pesos.
Con más de 6 mil metros cuadrados, el liceo se transformó en una moderna y segura infraestructura, que de inmediato se impone por su diseño y calidad en el centro de la ciudad. Con nuevas y equipadas salas con pizarras interactivas, gimnasio, multicanchas, patios cubiertos, plazoletas, ascensores, laboratorios, casino y pabellones de tres pisos, la obra promete darle aún más prestigio al liceo público tradicional de Rancagua.
Luego de un recorrido por los salones más importantes, donde el Presidente Piñera compartió con docentes, alumnos y personal del liceo, el mandatario llegó hasta el nuevo gimnasio para presenciar una clase de vóleibol y regalar balones a los jóvenes presentes. Posteriormente, todo el grupo regresó al patio central para realizar el tradicional corte de cinta y dar por inaugurado el recinto, además del año escolar 2014 a nivel regional.
“Hemos puesto mucho esfuerzo, dedicación y recursos en esta obra, porque queremos que las nuevas generaciones tengan una educación mucho más integral y completa que la de antaño. El tener una infraestructura con estas características, es un incentivo para sentirse importante y con las condiciones necesarias para sacar adelante cualquier desafío. Esto, sumado a la calidad de los docentes, representa la excelencia pública que queremos para Chile”.
Más tarde el Jefe de Estado se trasladó hacia el Estadio El Teniente, lugar donde se levanta otra obra emblemática para la región y el país. Con más de un 90% de avance y un costo de 10 mil millones de pesos, el principal recinto deportivo de Rancagua cambió totalmente, dando paso a un coliseo moderno, equipado, seguro y bajo los estándares requeridos por la FIFA.
“Rancagua y la región merecían desde hace rato un estadio de este nivel, reformado y en condiciones para albergar espectáculos internacionales. Nos da mucho gusto constatar que O’Higgins podrá jugar acá la Copa Libertadores y el torneo local, ya que se ha transformado en un equipo grande para el fútbol chileno. Nos vamos con una inmensa alegría, tranquilos y satisfechos al haber entregado estas obras de tanta calidad para la ciudad”.
