Hay distintas opiniones con respecto al origen etimológico de Chuquicamata, para algunos proviene del quechua” Dura lanza” o “media lanza”, para otros “límite de la tierra de los Chucos” y “Punta de Lanza”. Para mí significa todo, mis raíces, mis recuerdos, mi familia, el lugar donde nací y que quiero aparezca en mi cédula de identidad.
Hoy 18 de mayo se cumplen 99 años de este campamento minero de Chuquicamata y son miles los recuerdos que se me vienen a la mente, una nostalgia enorme invade mi corazón. Por ejemplo, recuerdo cuando niña y acompañaba a mi madre a la pulpería, donde vendían cosas ricas que al resto de la ciudades llegaron muchos, muchos años después; unas estructuras de muchos tonos tierras, grises y verdes con unas máquinas pequeñas en la cima (eran los camiones que botaban los residuos de Cu) pero a la distancia se veían ínfimos, éstas son las tradicionales tortas; luego el hospital donde nací, arquitectura horizontal que sobresalía en el cerro, era la construcción hospitalaria más importante del país, con muchos adelantos en materia de salud e instalaciones, parecía hotel con un jardín maravilloso, pues en desierto es difícil lograr tener jardines bien cuidados (hoy bajo la tierra…sólo un recuerdo).
También recuerdo el mercado, era uno de los mas lindos que he visto en mi vida (he conocido varios) pues las personas exponían todos sus productos con cuidado, por colores, lo más seguro es que lo hacían instintivamente logrando una exposición espontánea y cerca del mercado las empanadas más ricas.
La arquitectura simple, donde la horizontal era la reina del paisaje urbano, las construcciones mayores sobresalían de la horizontal, pues mezclaban la vertical con la suavidad de la curva, uno de ellos el Teatro Chile fundado en 1943, ícono y postal de un recuerdo.
También recuerdo los buses que pasaban a buscar a los trabajadores y estudiantes ….y sobre todo mis cerros imponentes que enmarcaban todo el paisaje que está en mis retinas, vestidos todo el año con sus trajes marrones, los naranjas, los azules y algunas veces todos lilas eran usados al atardecer, era el traje del cielo. Todo esto acompañado en los inviernos fríos por nieve en la cima, la que duraba poco (sólo en los andes permanecía mucho tiempo) pero lucía como una hermosa chalina al cuello si llegaba más bajo, de lo contrario era un hermosa coipa como se le dice al gorro de lana en el norte. (Pasa montaña). Este hermoso recuerdo, no puedo dejar de mencionarlo el viento, los remolinos y la camanchaca de las mañanas que provocaban escarcha, la que siempre vi como lindas joyas de cristal, que se derretían a medida que el sol comenzaba a saludarnos, en fin…. son tantos los recuerdos que tengo que esta columna no tendría fin, pues mis recuerdos están vivos como mi amor por Chuquicamata, lugar que siempre tendrá un espacio en uno de los rincones más importantes de mi corazón.
Feliz cumpleaños…99años de nostalgias comunes.
¿Cuál es tu recuerdo, lo compartes conmigo?
Clo