Con preocupación se mostró el Hogar de Cristo por la situación de pobreza en la región tras los resultados de la encuesta de caracterización socioeconómica CASEN 2013. Aun cuando las cifras alcanzaron su menor nivel en 25 años y la pobreza medida por ingreso del país quedó en un 14,4%, los niveles de desigualdad se siguen manteniendo.
Con la nueva metodología utilizada en la encuesta CASEN, hoy es posible dar cuenta que en nuestro país la pobreza no sólo se reduce a términos monetarios, sino que también hay una serie de otros factores que inciden en que una persona se encuentre en situación de pobreza. El acceso a la educación, la vivienda, el trabajo y la seguridad social, y la salud afectan sobremanera su bienestar y calidad de vida.
En este sentido, la medición multidimensional de la pobreza permite identificar de mejor manera las carencias que presentan los hogares de nuestro país, con el objetivo de hacerles frente y así lograr el bienestar de la población.
Claudia Castillo, Jefe Social Provincial del Hogar de Cristo Sede O’Higgins, afirmó que “entregados los resultados, es posible dar cuenta que nuestra población vive bajo diversas formas el flagelo de la pobreza, las que van más allá de una baja en la medición por ingresos. Esto nos impulsa a seguir trabajando en pos de generar políticas sociales que le entreguen soluciones efectivas a aquellos que hoy viven bajo estas circunstancias”, señaló.
A nivel regional los índices demuestran que en la Región de O’Higgins la pobreza por ingreso descendió de un 19.4% en 2011 a un 16% en 2013, mientras que las cifras de pobreza multidimensional sitúan a la región por sobre el promedio nacional con un 21.1%, presentándose las mayores carencias en las dimensiones de trabajo (30.5%) y educación (28.1%).
La Jefa Social Provincial del Hogar de Cristo agregó que “es necesario que mientras vamos desarrollando políticas que garanticen el ejercicio de derechos universales, no nos olvidemos de aquellas poblaciones que por sus niveles de daño y exclusión requieren de esfuerzos focalizados que les permitan acceder a estas políticas universales. Por ejemplo, las personas que viven en la calle, las personas con discapacidad mental, los niños y jóvenes que están fuera del sistema escolar”.